Air Jordan Retro

Air Jordan Retro


Las Air Jordan retro es uno de los clasicos màs codiciados en el mundo del calzado deportivo. Son Los tennis Nike Air Jordan. Es un salto en el tiempo a finales de lo 80 y de los 90, donde brillò la figura del mitico Michael Jordan, esta tendencia alimenta hoy en dia la curiosidad de los coleccionistas y amantes del basket.

Atraidos no solo por el calzado de aquella epoca. Tambien por el gran show que ofrecia este aclamado atleta. Y en esto ha hecho posible que mantenga una gran demanda en el mercado poniendo a disposiciòn muchisimos modelos ya etiquetados como Jordan Retro.

En la época de los ochenta, la industria de la zapatilla se encontraba en efervescencia. Adidas había empezado a coquetear con el hip hop y la civilización de calle (idilio que culminó con aquel de RUN-DMC llamado My adidas). Converse presumía de controlar las canchas de baloncesto con sus clásicos de siempre. Y Nike trataba de ofrecer el golpe en la mesa que cambiara de una vez su suerte.

Por ese momento, unos pocos sneakerheads (fans de las zapatillas por arriba de todas las cosas) empezaban a juguetear con la customización de las zapas, el más popular era Bobbito Garcia. Él escribiría años más tarde, ya en 2003, un bestseller llamado: Where’d you get those (Dónde conseguiste esas) y está unánimamente considerado como el primer enorme sabio del sector: además fue el primero en agregar color a las icónicas Air Force 1s.

En aquella etapa, bastante antes de la llegada de Mark Parker a la dirección de la marca. Nike no entendía realmente bien el peso que se encontraba consiguiendo el street wear en las enormes urbes de las dos costas.

Michael Jordan

La acometida de Michael Jordan a la NBA. La necesidad de Nike de ofrecerle la vuelta a la tortilla. Y la privilegiada cabeza de los diseñadores Peter Moore, Bruce Kilgore y Tinker Hatfield, obró el milagro. Hatfield se haría popular a posteriori por el legendario patrón llamado Elephant print. El artista (en mayúsculas) tiene su episodio en la serie de Netflix, Abstract: The art of design, en el que hace aparición nuestro Michael Jordan. La bestial predominación de su trabajo no se entendería sin su tarea en esos tiempos. El color, la osadía, nuestra operación de marketing de la zapatilla y dado que violara las reglas de la NBA. Por lo cual respectaba al zapato, la convirtieron en la zapa más famosa de siempre. De hecho, sigue siéndolo, bastante más de tres décadas luego.

Las Air Jordan Retro

De la cancha a la calle, a seguir a la pasarela, hasta la subasta. Y de regreso a la cancha.

El enorme mérito de las primeras Jordan, más allá de lo capaz de su diseño. El patrón, o la iniciativa de perder la cabeza con el color, es la política que generó en términos conceptuales. Y que conectaba el agitadísimo universo de la civilización pop. Por fin deporte y calle estaban conectados de manera directa y no jugaban en campos diferentes. Phil Knight, presidente de Nike en esos tiempos. Vio claro que se había acabado el jugar al conservadurismo. Y que el futuro de la marca se encontraba en las apuestas por un producto más extremista. Y más próximo al perfil de cliente que predominación a los otros.

Era una etapa en que la exclusiva forma de entender qué se llevaba era ver los pies de los que te rodeaban. Nada de internet, nada de nada de instagramers: las canchas callejeras, los clubes, las tiendas de tu vecindario.

Hatfield se encargó en 1988 de crear en solitario la que varios piensan la zapatilla que lo cambió todo: la Jordan III. La zapa llegó con el mítico elephant print, una piel despacio que dejaba ponérsela novedosa y sentirla abrazando el pie y el popular logo de la Jordan Brand: el jumpman. Además, llegó con una línea de ropa complementaria y una recordada operación de Spike Lee con nuestro Michael Jordan. Nuestro Hatfield ten en cuenta que ese modelo sea ‘probablemente, la zapatilla salvó a Nike’. El jugador de los Chicago Bulls tenía en mente irse de la marca y hasta se habían producido diálogos con Adidas. La acometida de Hatfield, su relación con Jordan y la sagacidad e sabiduría de sus diseños, modificaron la narración de las sneakers para toda la vida.

En 1985 y 1986, uno podía hacerse con unas Jordan por unos 70 euros. Se vendían a millones y las llevaban todos los tipos con predominación en el planeta de la civilización callejera. En 2020, si uno quiere unas Jordan autenticos, con su caja, sin utilizar, va a requerir entre 5.000 y 7.000 euros. No solo eso, si uno quiere hacerse con algunas de las colaboraciones entre Nike y Off White, tendrá que elaborar entre 1.400 y 2.800 euros (dependiendo de la talla y del color), y si lo que le agrada son las colaboraciones con Spike Lee, o Hiroshi Fujiwara (el cerebro de HeadPorter o Fragment) va a tener que elaborar una saca de dinero.

Alcanza con echar un ojo a Flight Club, la tienda referente para la venta y reventa de zapatillas, la que tiene el dedo puesto en el pulso de una escena que desplaza millones. Nada compite con los costos de Jordan. Solo algunas dunks, fundamentalmente toda la segunda oleada de SBs, pensadas para patinar, luego del fracaso de la primera: las What the Dunk, las Freddy Krugger, las De La Soul o las Tiffany son zapas amadas por algún apasionado de la civilización de calle. Todas las dunks de corte tradicional, adjuntado con los proyectos de Jeff Stapple como la Pidgeon o la zapatilla con base de madera de Michael Lau, el diseñador de juguetes de vinilo de Hong Kong, entran siempre en el top de modelos cuyo precio de reventa se dibuja con tres ceros. Pero solo las Jordan llegaron a las 4. Con dos excepciones:

la primera es la recopilación de Kanye West para Nike, antes de pasarse a Adidas. Las Yeezy Red October cuestan entre 121 y 22.000 euros; el resto no bajan de los 3.500.

La segunda es las Air Mag Back to the future: si encuentra unas cómprelas, métalas en un armario, y en cinco años ya va a tener la pensión asegurada.

Las Air Jordan retro son en la actualidad una religión, hay coleccionistas que solo se ocupan de ellas, la marca ha evolucionado sin perder su esencia y es con la capacidad de vestir a clubes como el Paris Sant Germain, de publicar algunas de las colaboraciones más buscadas actualmente o de continuar reivindicando un legado glorioso, apoyado en atreverse a ir donde nadie había ido antes y se puede decir –sin temor a equivocarse- que Nike, el planeta de la zapa o el universo del street wear, no serían lo que son sin ellas.

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